Avanza Mancera. Retroceden el PRI Y Morena. Reconocen a Mireles
LA IZQUIERDA SE ANOTA UN GOL PARA LA CAMPAÑA
PRESIDENCIAL DEL 2018: Por México Hoy
Miguel Ángel Mancera es el delfín de Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas para la contienda presidencial de 2018. A 30 años del despojo que sufrió la izquierda en las elecciones de 1988, organizaciones sociales y apartidistas se volverán a unir para crear un proyecto económico, social y de justicia para México. El país no tiene proyecto de nación, por el contrario Enrique Peña Nieto se ha mostrado como objeto decorativo al permitir que en su gabinete presidencial aparezca como subsecretario Arturo Escobar, un sujeto que no solo no pudo justificar un portafolio con al menos un millón de pesos, sino que proviene de un partido, el Verde Ecologista, acusado de delitos electorales.
Formalmente Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio
Muñoz Ledo son subordinados de Miguel Ángel Mancera, el primero como encargado
de asuntos internacionales, y el segundo a cargo de estudiar una nueva
Constitución, sin embargo, desde otro enfoque, ellos representan un baluarte para
el actual jefe de gobierno del Distrito Federal Miguel Ángel Mancera, quien a su vez es la figura menos desgastada, proveniente de las filas de la izquierda, para aspirar a la presidencia de la República.
A la presentación, el 3 de octubre de
2015, de la organización ciudadana
Por México Hoy, acudieron representantes del
Movimiento Estudiantil del 68, la irreprochable activista social y defensora de
los Derechos Humanos, Clara Jusidman, así como ex funcionarios de izquierda de
dudosa reputación como Armando Quintero, quien se hizo fama (muy mala) cuando declaró en su momento haber sido
objeto de un asalto en su casa con botín de varios millones de pesos, después de ser haber sido responsable del transporte en el Distrito Federal.
Con todo, al declararse una organización
apartidista y sin propósitos electorales, un sector importante de la izquierda
retoma fuerzas, obliga al Movimiento de Regeneración Nacional que encabeza
Andrés Manuel López Obrador a negociar, si de veras quiere que avance su agenda política
en el Distrito Federal; y como carambola de tres bandas impulsa la candidatura
presidencial de Miguel Ángel Mancera encareciéndole al PRI la sucesión
presidencial.
Mancera empieza a reponerse de esta manera del
descalabro que le dio haberse representado como sumiso al gabinete de
Peña Nieto, al imponer de buenas a primeras el doble hoy no circula, para furia de millones de automovilistas que no podían comprar autos de modelo reciente, que eran los únicos sentenciados a quedarse en la cochera dos días por semana.
Por otra parte, en la presentación de la nueva
organización ciudadana se hizo un llamado para que el gobierno federal libere
al doctor José Manuel Mireles y a la activista Néstora Salgado, a quienes calificaron unánimemente de
presos políticos, sin que el gobierno de Enrique Peña Nieto ni el poder
judicial de la federación haya podido demostrar lo contrario, pues al primero, Mireles,
le sembraron drogas, y en el caso de la segunda, Salgado, ninguna de las personas que
fueron presuntamente secuestradas ratificó su testimonio.
Fue así que con sus "fans" y sus detractores,
una parte de la izquierda anotó un gol en el partido por la presidencia de la
republica en 2018, mientras tanto, la mejor oferta del PRI es la promesa de que
bajará la gasolina, después de tres años consecutivos de aumentarla.
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