Revueltas en el Norte de África


Por Enrique de la Madrid Cordero
En mi búsqueda de artículos que explicaran las causas que detonaron las revueltas en los países del Norte de África, encontré varios que atribuyen dichas revueltas a los regímenes autoritarios, al incremento en los precios de los alimentos, al desempleo en los jóvenes y al enorme poder de divulgación de información de las redes sociales.

Sin embargo, localicé un artículo de Thomas L. Friedman publicado recientemente en The New York Times que, por la originalidad de sus argumentos, considero interesante compartir con ustedes.

El Factor Obama. El autor está convencido de que al escuchar el discurso pronunciado por el Presidente de Estados Unidos en El Cairo en 2009, un gran número de jóvenes árabes comentaron: Es joven, como yo. Es de piel obscura, como yo. Su segundo nombre es Hussein, mi nombre es Hussein. Su abuelo es musulmán, al igual que el mío. Él es Presidente de los Estados Unidos y yo soy un joven árabe desempleado sin posibilidad de influir en mi futuro.

Google Earth. Hoy en día, la tecnología permite ver, no sólo lo que sucede en otras partes del mundo, sino lo que pasa en el país en el que uno vive. Es el caso de los habitantes de Bahrain, que pudieron ver en Google Earth grandes extensiones de tierra desocupadas y los lujosísimos palacios donde vive su clase gobernante, mientras que el resto de la población habita en áreas muy pequeñas y muy densamente pobladas.

Israel. En Israel, un país tradicionalmente antagonista al mundo árabe, se están dando ciertos acontecimientos que no ocurren en otros países árabes. Es así como el primer ministro Ehud Olmert, fue destituído de su cargo por problemas de corrupción y el expresidente Moshe Katsav está en prisión acusado de violación por una ex empleada. Cuando se es vecino de un país que está castigando a sus líderes corruptos y eso no sucede en el propio país, ello plantea importantes cuestionamientos e inconformidades.

Las Olimpiadas de Beijing. China y Egipto fueron ambas grandes civilizaciones; posteriormente, fueron sometidas al imperialismo y atravesaron por una situación de pobreza extrema en los 50s, época en la que China era aún más pobre que Egipto. Hoy en día, China es la segunda economía más grande del mundo y Egipto sigue viviendo actualmente de la ayuda externa. Friedman se pregunta ¿Qué creen que pensaron los jóvenes egipcios cuando vieron la impactante ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008? Esa fue otra llamada de atención para ellos.

Todos estos eventos han ocasionado reacciones en cadena de ira desenfrenada en un gran número de países del mundo árabe.

Estas revueltas nos hacen reflexionar sobre la situación por la que atraviesa nuestro país.

¿Qué nivel de inequidad subsiste aún en México?

¿Cuántos mexicanos viven todavía en pobreza extrema?

¿Cuáles son las expectativas de nuestros jóvenes con respecto a su futuro?

¿Cuántos empleos dignos y bien remunerados dejamos de generar cada año?

¿Cuál es nuestro nivel de desarrollo con respecto a nuestro potencial?

¿Tenemos realmente un régimen político y democrático a la altura de nuestras necesidades y expectativas?

¿Qué tan extendida está aún la corrupción en nuestros Gobiernos y en la sociedad en su conjunto?

¿Tenemos un sistema educativo que nos dote de las herramientas y de las nuevas capacidades necesarias para vivir y aprovechar un mundo global?

El nivel de pobreza extrema que aún existe en el país, el grado de inseguridad cada vez más preocupante y las revoluciones del Norte de África deberían ser un acicate más que suficiente para llevar a cabo los cambios que el país requiere, en tanto éstos se puedan instrumentar de forma pacífica y ordenada.
emadrid1@hotmail.com

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