El voto de la televisión y la decisión de un juez insólitamente valiente
DIARIO DE UN REPORTERO
¿Qué nombre le pondría a esta caricatura? Yo Tribunal Electoral Federal. Recuerde que le dieron al Partido Verde multas diferidas, |
Ramsés Ancira
Las dos televisoras
más importantes en México quieren comprar la presidencia de la República en
2018 a través del sedicente Partido Verde Ecologista de México. Para ello venden en menos de 25 dólares anuncios que a
otros clientes les cuestan 90 mil dólares. Mientras tanto, un juez ratifica que
la radio privada en México es una CONCESIÓN,
razón por la cual no basta la decisión de un particular para rescindir un
contrato entre particulares.
El juez que ha
decidido darle a la ley la interpretación que mejor conviene a los intereses de
la sociedad mexicana se llama Fernando Silva y la jurisprudencia que alcanzaría
su decisión puede inscribir su nombre en
la historia como ocurrió con el de un ex
presidente de la Suprema Corte de Justicia de México, llamado Benito Juárez;
sobre todo porque su decisión se publica en el mismo momento en que el Instituto
Nacional Electoral se niega a multar a las televisoras, con el argumento de que
sólo beneficiaron (regalando propaganda) a un grupo parlamentario, compuesto
por legisladores previamente elegidos, y no al Partido Verde.
El Juez Silva es hijo
de un ministro de la Suprema Corte de Justicia que lleva el nombre de Juan
Nepomuceno. Es el nombre que escogió José María Morelos y Pavón para darle a su
hijo. ¿Cuál es la relevancia histórica de esta coincidencia? Ni más ni menos
que Morelos es autor de dos documentos jurídicos de capital importancia: Los
sentimientos de la Nación y la Constitución
de 1814. ¿Y saben nuestros lectores en México y el extranjero porque capturaron
y fusilaron a Morelos? Por defender la
vida y custodiar a los integrantes del Congreso Legislativo. Es decir por
defender la ley.
No tardarán en
recordar los interesados en la historia que Juan Nepomuceno, el hijo de Morelos
fue de los que trajeron a Maximiliano a México, en oposición de Juárez, pero
eso no le quita mérito a su padre, quien entre otras cosas expresó: que la
soberanía dimanaría del pueblo y del Supremo
Congreso Nacional Americano compuesto
por representantes de cada provincia, eliminándose la figura del rey de España.
La empresa mexicana
MVS tenía un contrato recientemente firmado con Carmen Aristegui y decidió
anularlo unilateralmente. El juez Silva determina en el fondo que el espectro
radioeléctrico que se le concesiona a MVS es un bien de la Nación y por lo
tanto no puede tomar una decisión que contraviene la Soberanía del pueblo sobre
la radio.
Cientos de personas,
particulares, que representan a un importante sector de la sociedad mexicana han
decidido firmar la solicitud de amparo contra el despido de Aristegui
sintiéndose agraviadas en su derecho a la información y el juez Silva les ha
dado la razón… porque la tienen.
Las consecuencias son
gravísimas para quienes quieren sobreponer la libre empresa a la soberanía
popular, sin embargo es un asunto de mucho fondo. Si Carmen Aristegui hubiera
sido la directora de un medio impreso no habría materia de discusión, pero las
ondas en las que transmitía sus noticias sobre corrupción del Estado no le
pertenecen a ella, ni a la familia Vargas, ni al secretario de comunicaciones y
transportes, y mucho menos a sus amigos de OHL. O bueno, sí les pertenecen pero
solo la parte que resulte de la división entre 110 millones de mexicanos.
Al mismo tiempo el
Instituto Nacional Electoral argumenta que no puede sancionar a las televisoras
por venderle el tiempo aire a precio de remate, menos de 15 centavos de dólar
el segundo de transmisión nacional, para los mensajes de diputados y senadores
del sedicente Partido Verde Ecologista de México.
Argumentan los consejeros,
en un intolerable insulto a la inteligencia de los mexicanos que el beneficiado
fue únicamente el grupo parlamentario aliado del PRI
Evidentemente no es
así. La propaganda de los diputados y senadores del Verde sirvió para
promocionar ilegal y anticipadamente el voto por su partido.
La figura más
importante del Partido Verde Ecologista Mexicano se llama Manuel Velasco, es
gobernador de Chiapas y sería su candidato natural para la presidencia de la
República Mexicana.
A pesar de la riqueza
de recursos naturales de Chiapas y su abundante agua, es uno de los estados de
mayor miseria económica para sus pobladores.
Chiapas es rico en
Barita, un metal de gran utilidad para la exploración de pozos petroleros
porque no es inflamable y Magnetita un elemento que puede ser usado en
superconductores, por ejemplo para trenes de alta velocidad. Estos elementos
son explotados actualmente por una minera canadiense.
Chiapas también tiene
Titanio, cuya característica es su ligereza y al mismo tiempo insuperable
resistencia, lo que lo hace ideal como recubrimiento de armamento blindado.
Supongamos que al
Partido Verde lo multan con mil millones de pesos. La mera posibilidad de que
lleve a la presidencia a un sujeto que concesione Barita, Magnetita y Titanio a
empresas ligadas a las televisoras representa un negocio inconmensurable para
estas. TV Azteca ya tiene empresas que explotan la energía eólica gracias a sus
amistades en el PVEM.
150 mil personas que
saben o intuyen esto han pedido al Instituto Nacional Electoral que quite ya el
registro al Verde. El problema es que los consejeros del Instituto son puestos,
también por el PRI y el Verde y sería difícil encontrar entre ellos un
conocimiento de las leyes, y ganas de aplicarlas, como el que tiene Fernando
Silva.
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