Macri hace llorar a Argentina
Por Ramsés Ancira
En la economía clásica de
Harvard, cuando un país tiene mucha inflación hay que sacar dinero de la
circulación; para ello se elevan las tasas de interés, de manera que el crédito
salga más caro y resulte atractivo el ahorro. Mauricio Macri, presidente de
Argentina tuvo una mejor y “patriótica idea”, deshidrató la economía llevándose
a Panamá, dinero del que seguramente no pagó impuestos en su país natal.
Hoy, para ahorrarle dinero al Gobierno, corre a los trabajadores de la educación o les reduce el sueldo
arbitrariamente. Mañana, la acumulación de riquezas de un pequeño sector
privado, y la depauperación de las mayorías, producirá desequilibrios tales que
aumentarán el crimen organizado, los secuestros y las extorsiones a los
pequeños empresarios, quienes, como consecuencia, tendrán que invertir en
seguridad y protección, elevando el costo de producción, por lo tanto la
inflación.
Hasta hoy, en Buenos Aires es
común la vida nocturna, en la madrugada la gente puede cortarse el pelo,
comprar libros o zapatos. Cuando Macri acabe su tarea los delitos aumentarán,
el turismo decrecerá y todo será un desastre. ¿Por qué? porque Macri gobierna
con el pensamiento de que el mercado es sabio. No. Nunca lo ha sido y nunca lo
será. Por saberlo, Douglas C. North recibió en los noventas el Premio Nobel de
Economía. No lo ganó por sus conocimientos de matemáticas, sino por saber
historia.
Que el Mercado es Sabio, es la gran patraña de los
gobiernos liberales y de los periodistas orgánicos a su servicio. No, no es
cierto, el mercado no es sabio, ni puede autorregularse. La economía necesita
de las instituciones y hay variables que se deben tomar en cuenta, quizá la más
importante es que la utilidad privada debe estar más o menos cercana a la
utilidad colectiva. Cuando esto no ocurre así, sobre todo en las sociedades
agrícolas, crece la violencia. Si alguien produce limones, y tiene éxito, y
genera la tecnología para generar más limones, y tiene más éxito, la
consecuencia principal puede no ser el abaratamiento de los limones, como diría
la teoría clásica, sino el surgimiento de grupos criminales para extorsionar a
los agroindustriales, como lo mostró al inicio del siglo XXI en México,
la realidad michoacana.
Dejen que el mercado actúe, el mercado es sabio, repiten mañana, tarde y noche los economistas
neoliberales, aquellos del dejar hacer, dejar pasar. Aseguran que cuando el
Estado deja de intervenir, el dólar deja de subir y las economías emergentes no
padecen de inflación, acabando por ajustarse (ja jajá, pregúntenle a los que
votaron por Macri)
Para esos economistas, hay una oferta de
determinadas dimensiones, y un consumo, también mensurable. Dónde se cruzan las
líneas de oferta y demanda, está colocado el mercado y como el mercado es
sabio, concluyen, siempre habrá para todos,
comida, vivienda digna y capacidad de ahorro y de satisfactores.
En ese modelo, hay también un mercado de
trabajo perfecto. En éste, el tiempo es una unidad incuestionable. Si dedicamos
más tiempo al trabajo, cambiaremos la holganza por dinero y el dinero por
satisfactores. Quizá haya un pequeño problema: cuando acumulemos esos
satisfactores no tendremos tiempo para emplearlos; pero, qué importa, si así
apoyamos la teoría clásica de que el mercado es sabio e incuestionable.
La economía está basada en la escasez. Alguien
produce para subsanar la demanda y la gente consume. Muy bien.
Macri produce,
con los despidos, escasez de
trabajo. Así sube la demanda y baja la oferta, en consecuencia baja el costo de
la mercancía fundamental: la fuerza de trabajo.
Al
contrario de la frase clave de la ópera rock de Andrew Lloyd Weber, el mensaje de Macri es: Llora
por mi Argentina.
Permítame reproducir los mensajes de algunos
usuarios de Facebook en Argentina:
Del muro de Fernando Pintos:
"Al marido lo echaron del trabajo. Ella trabaja como auxiliar en una
escuela. Le descontaron 6000 pesos por el paro de auxiliares. Prácticamente no
tenían que comer. Consiguieron algunos bolsones con comida. La historia termino
ayer. El falleció de un ataque al corazón. Pequeñas historias que suceden. En
este caso en mi pueblo. San Vicente.- Provincia
de Buenos Aires. Pequeñas historias que destruyen vidas y sueños. Esto
es el neoliberalismo Esto es Vidal. Esto es Macri"
Otro:
Fueron a los Consejos de
Educación de cada Municipio y lo único que les dijeron es que no podrán hacer
nada, que así vino (la orden) de la Dirección General de Escuelas y
Educación de la provincia. La gente se desmayaba de la angustia, de no tener
siquiera para comer esa semana.
A lo mejor desde México y otros países de América Latina
podemos pensar que a los argentinos les encantan los tangos y que la cosa no
debe ser tan mala. Finalmente en nuestros países millones de mujeres mueren al
año por enfisema pulmonar, por cocinar en estufas de leña, y la desnutrición es
común en gran parte de las comunidades
de Centroamérica y las montañas de Guerrero.
El mercado no es sabio, la naturaleza sí, y para
compensar lo caro que es sembrar maíz, es muy barato producir marihuana y
amapola, de donde se produce heroína y morfina. Así se forman fortunas para
comprar sofisticados armamentos al servicio del crimen organizado.
Cuando el mercado se complica, estas bandas cambian de giro comercial y se dedican a secuestrar pequeños empresarios, dueños de tortillerías u hoteleros. Es el caso hoy del que fuera nuestro paraíso, no fiscal, sino vacacional, Acapulco.
Cuando el mercado se complica, estas bandas cambian de giro comercial y se dedican a secuestrar pequeños empresarios, dueños de tortillerías u hoteleros. Es el caso hoy del que fuera nuestro paraíso, no fiscal, sino vacacional, Acapulco.
Macri está hoy poniendo las condiciones para el
crecimiento económico de unos pocos, a costa del empobrecimiento de las
mayorías. Dice North que las tres
variables a la economía clásica son: la demanda de los productores de que se
respete su derecho de propiedad; una teoría del Estado que garantice esa
propiedad privada y la tercera y más importante es La Percepción. Lo que hoy percibe la sociedad argentina es que
tiene un presidente buitre, y este es el caldo de cultivo de la revolución
social. Si no lo detienen ahora, el ciclo de militarismo y represión comenzará
de nuevo.
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