Esa vieja neurótica y paranoica: Israel

 


Diario de un Reportero

Ramsés Ancira Saba




“Eres un miserable, animal, desobligado, no das el gasto. ¡Canalla, cobarde! No tienes sentimientos, no me das lo que merece tanto sufrimiento. Yo que  tanto que te he aguantado y ¡mira como me pagas! a mí  que te he dado los mejores hijos, científicos, directores de cine, premios nobel, pero eres un, un… un antisemita”.


…y bajo esa cantaleta Israel ha tenido al mundo a su merced. Explotando el complejo de culpa por los seis millones de judíos asesinados en la Segunda Guerra Mundial, como si antes no hubieran sufrido igual o peor suerte los republicanos españoles, a manos de Franco, pero apoyados por los bombardeos nazis; como si al mismo tiempo no hubieran sacrificado también a millones de homosexuales, moros, comunistas, enfermos congénitos y otras víctimas de la limpieza étnica.


Pero resulta que Israel ya se convirtió en un pésimo negocio, pese a sus aliados republicanos y del Tea Party en el congreso Estados Unidos. Es muy poco lo que ofrece y mucho lo que desgasta con sus exigencias. Nuestros  nervios están en crisis. Israel ha hecho del sionismo una palabra maldita, la ha prostituido. Ya no justifica el anhelo justo por una patria, no, es la forma en que se llama a los que defienden el asesinato de 500 niños desarmados y sin carnet del partido Hamas que fueron sacrificados en la última incursión en Gaza.


Sionistas, generalizamos injustamente para distinguir a los habitantes de Israel que justifican que está bien matar niños porque esos palestinos les inculcan el odio ancestral; porque no bastan siquiera los territorios conquistados en la infausta guerra de seis días; cada día hay que construir más y más en asentamientos ocupados, aunque de acuerdo al derecho internacional y a lo  reconocidospor Naciones Unidas, esas tierras pertenezcan a otros, los palestinos.




Un buen día el presidente de origen judío Zarkosy y Mr. Obama conversaban antes de una  entrevista en televisión. El micrófono ya estaba abierto


-          Ya no aguanto a Netanyahu (dijo el galo)


-          Imagínate como estoy yo, si me llama todos los días (contestó el mandatario de la supuesta nación más poderosa del mundo)


Y cuando Netanyahu estaba en el colmo de la antipatía internacional vienen los ataques a Charlie Hebdó y a un autoservicio de comida Kosher. Era lo que necesitaba el primer ministro israelí para desatar la paranoia y alcanzar su reelección, pero las cosas no le salieron tan perfectas porque he aquí que un muchacho musulmán, Lassana Bathielí, originario de Mali, arriesgando su propia vida conduce a un grupo de judíos hasta a un refrigerador, los oculta y le salva la vida.


Lassana Bathielí, musulman que salvó de la muerte a religiosos judíos: ¿hubiera hecho lo mismo Netanyahu por los palestinos?


Y en medio de esos primitivos y salvatajes del Ejército Islámico, otro país, también islámico, Irán, destruye el mito de que son un pueblo bélico, crea, por ejemplo Hispan TV y se solidariza informativamente con los movimientos sociales en todo el planeta, muestra películas que ganan premios en los principales festivales internacionales de cine y una enorme capacidad de negociación y empatía, de la que carece Israel.


Pero sobre todo, - Bill Clinton dijo- : es la economía, estúpido. Irán tiene la tercera reserva mundial más grande de petróleo en el mundo, aproximadamente el 10 por ciento de las reservas probadas del planeta.


Irán sustenta su economía en tres patas, el sector público y el privado, como casi todas las naciones del mundo; pero también en una tercera, las cooperativas. Y es que a diferencia de lo que hace Israel, donde se usa la religión para fomentar el odio, la división y el racismo, en Irán lo hacen para difundir las ventajas del trabajo en equipo, lo que en términos económicos se llama justamente cooperativas.


Si Israel formara un tratado de libre comercio con Palestina, se equilibraría el producto interno bruto entre ambas naciones. En su lugar hay miseria en el vecindario, ese es el mejor alimento del terrorismo, la miseria del vecino.


A Estados Unidos le empobrece Israel, no sólo por sus donaciones, sino moralmente, al tener que ir contra la razón, el sentido común y más de 150 países que condenan sistemáticamente las políticas de Benjamín Netanyahu en relación a Palestina, mientras que la Unión Americana tiene que responder con su batea de babas… ¿o de vetos?


Tele Sur informó: La República Árabe Siria manifestó este viernes que el acuerdo marco que Irán logró con las potencias mundiales del G5 +1 sobre su programa nuclear era resultado de los esfuerzos iraníes para evitar tensiones geopolíticas.Y vaya que esto es signo de distensión geopolítica: En su paranoia, Israel ha debilitado a Siria y con ello ha crecido la fuerza de la barbarie representada por el Estado Islámico que se asienta precisamente en Siria e Irak.


El matrimonio de Occidente con Israel ya pasó por los mejores especialistas, están agotados los esfuerzos de consejeros matrimoniales y espirituales, siquiatras y otros profesionistas. Irán es una compañera mucho más guapa, mucho más rica y espiritualmente sana. Además no condena a 100 latigazos a los blogueros disidentes, como se hace en Arabia Saudita, aunque hay que reconocer que  encierra en sus habitaciones a los cineastas incómodos.


El G5+1 ha hecho votos de cooperación con Irán. La paz sea con ellos, y con todos nosotros. Alá y Jehová nos bendigan. Yahvé también está con todos nosotros, aunque el 666 de Benjamín Netanyahu haga lo imposible porque todo se vaya al infierno.

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