Corrupción, tu eres el grave problema, que Morena no sabe resolver


Ramsés Ancira

El Instituto Electoral del Distrito Federal solía depositar los recursos mensuales en las cuentas de las agrupaciones políticas locales, este dinero pasaba integro a la cuenta del presidente de la Agrupación que pagaba salarios y gastos ordinarios, la diferencia era su propio sueldo. A este procedimiento habitual en el financiamiento se le llama “darle la vuelta”. El PRI inventó el truco de que todos los asesores de los legisladores en la Cámara de Diputados, Senadores y Asamblea Legislativa deberían devolver entre el 20 y el 40 por ciento del dinero que firmaban en la nómina.

Este servía para pagarle a otros operadores que no estaban autorizados o para recaudar fondos para la próxima campaña de los trapecistas que se iban a otros puestos como delegados, presidentes municipales o a otra cámara.

Es cierto, el procedimiento lo pudo inventar el PRI, pero le fascino al PRD y a otros partidos, los cuales piden 20 por ciento de devolución cuando mandan a editar un libro, imprimen mantas o cualesquier otro servicio para la realización de tareas ordinarias.

¿Y qué pasa con el gasto para campañas? Si compran cachuchas, pines o camisetas piden tres cotizaciones y contratas la del que ya se comprometió a devolverte el 20 por ciento en efectivo. Hasta hace muy poco no era necesario estar registrado como proveedor en los institutos electorales y el Partido Verde hizo millonarios ingresos mandando a hacer las camisetas a China, las cuales duraban solo para un evento porque a la primera lavada se desgarraban, eran más de papel que de algodón.

La concesión de mobiliario urbano es un extraordinario negocio. Le devuelven a la ciudad con bancas y depósitos de pilas la posibilidad de usar el mobiliario urbano para anuncios espectaculares. El Partido Verde es uno de los mejores clientes, por cierto.

Ricardo Monreal, candidato del Movimiento de Regeneración Nacional a delegado en Cuauhtémoc, fue entrevistado en un programa de canal 13. Para darle un ambiente informal los productores decidieron darles sendos vasos de cristal al conductor y al invitado, quienes al final brindaron por la honestidad y la transparencia. Al mismo tiempo circulaba en redes sociales una grabación en la que Monreal se manifestaba preocupado por la falta de efectivo para su campaña, por lo cual le pide a sus asesores utilizar el recurso de simular contratos.


El dinero, al parecer, estaría destinado a que su rostro apareciera en el mobiliario urbano. No hace mucho tiempo la intervención telefónica del Centro de Investigación y Seguridad Nacional permitió descubrir un complot para asesinar a Monreal. Parece que ahora todos los esfuerzos del CISEN están concentrados en destruir a quienes puedan representar un obstáculo al partido del Presidente y sus aliados. Primero fue Lorenzo Córdoba Vianello, titular del Instituto Nacional Electoral quien ha votado en favor de todas las multas al Partido Verde Ecologista de México y ahora Ricardo Monreal.

Démosle el beneficio de la duda, no fue el CISEN el que colocó los aparatos de espionaje. Tiene entonces la obligación inmediata de verificar quien sí lo hizo o estará fallando en sus funciones. Dejando sin lugar a duda el repudio que debe provocarnos a todos el espionaje (lo cual debe hacernos pensar si no será más seguro usar Skype o mensajería google para hablar por teléfono en lugar de celulares y teléfonos de Telmex) la revelación de esta llamada también exige que Ricardo Monreal, quien tiene un grandioso conocimiento de la delegación Cuauhtémoc y que sería un excelente delegado, la renuncia inmediata a su candidatura por proponer la simulación de contratos.

Cualquier peatón de la Ciudad de México sabe lo fácil que es abrir las cajas de Telmex, colocar una pinza (caimán le llamamos los reporteros) y escuchar las llamadas de toda una manzana. Bueno ese es otro problema, aunque Lorenzo Córdova y Ricardo Monreal nos harían un enorme favor si nos dicen con quién tienen contratadas sus líneas telefónicas.

Si usan celular les recomendaríamos el arcaico BlackBerry, que tiene su propia red y es más difícil de intervenir por eso mismo. Bueno, como sea. MORENA, el partido que apoya a Monreal, tiene un grave problema que no sabe resolver y la canción de Roberto Carlos no tiene la respuesta.

Se llama manejo de crisis. Una solución es que renuncie a su candidatura y lo haga en favor de la candidata ciudadana que ha derrochado ingenio para llevar su mensaje con recursos mínimos a la ciudadanía de la delegación Cuauhtémoc. Ya luego ella sabrá si contrata a Monreal para aplicar su programa, que no es despreciable.

El partido de la honestidad valiente que encabeza López Obrador tiene ahora un grave problema con eso de la simulación de contratos. Morena es igual a todos mientras no demuestre lo contrario y Ricardo Monreal debe ser el chivo expiatorio. Que no se asusten, en medio de las dificultades aparecen las grandes oportunidades, solo es cosa de manejar esta crisis.

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