Ayotzinapa/Espías en conflicto
AYOTZINAPA
Agentes adscritos a Ayotzinapa
algo anotarían.
Agencias acostumbran anotar
alumnos apócrifos
.
Admira ausencia alumnos
agraristas. Abel, Abelardo, Adán, Alexander, Antonio, Alcaraz, Alfonso, Alen,
Arnulfo, Aníbal, Antonio, Ángel, Ángel, Abarca
(s 2) Arzola, Antonio, Ángel, Ángel…
¿Algún agente angelical apuntará
al ansiado asentamiento Ayotzinapos?
¿Algún aliento? ¡Anímense
agentes! Aclaren asesinatos, acusen a asesinos antropófagos. Así acabarán
ansiedad. ¡Ánimo! Abrácenlos, abrácenos. Atiéndanos.
Así amarán. Anónimamente arroben
a animales ancestrales, anacoretas. Arranquen antivirus antipatriotiótico,
adquirentes amapolas. Apalabren, abarloen averiguaciones. Acúsenlos, ¡anden!
Amparen amaneceres, alboradas
arreboladas. Anímenos
Arpar asesinos, arañarlos.
Asolapar acusa. Almadraba. Anticipemos asonada a agentes amorales, apátridas
ascendidos amoralmente a Américas, “American Army” aciemadora.
¿Acertaron? Ahora andamos
amuinados. Anacrónicos alejamos albricias. Ahora ardemos anudados.
Acudimos
anímicamente a Ayotzinapa. Asistimos acelerados al acuerdo. Amainaremos ánimo agrio
al abrazarlos, al atenderlos, al asumirlos aquí, adyacentes, adjuntos,
alegres. Al arribar ahora, aluego azas, atroz aventura.
Diario de un
Reportero
Espías en Conflicto
En el circo de la política los
enanos siempre terminan por crecer.
Inicio el año con dos lecturas
impactantes, una, la entrevista de Paris Match al presidente Sirio Bashar al
Assad; y la otra, la crónica de Nexos sobre La Noche más Larga, quizá la mejor antología sobre los hechos de
Iguala del 26/27 de septiembre de 2014
Dice el mandatario Sirio que la
única arma química que se usa en su país es el cloro que utilizan
domésticamente los hogares de todo el mundo; recuerda que el Ejército Islámico
se formó en Irak durante la ocupación de Estados Unidos; que el califato lo
encabeza un hombre que estuvo preso en una cárcel de Estados Unidos y que este
país ha preferido aliarse con países de cultura medieval en lugar de hacerlo
con un estado moderno y laico como se pretendía fuera Siria.
También existe amplia
documentación periodística de como Israel ha dado apoyo logístico a grupos
fundamentalistas que operan en Siria, país al que teme por su simpatía con
Palestina. A pesar de las decapitaciones de periodistas de origen judío, Bashar
al Assad dice que los ataques de Estados Unidos al Ejército Islámico son solo
cosméticos e insuficientes, por lo que el único país que realmente enfrenta la
expansión del califato es el que él encabeza.
Le preguntan al presidente sirio
si no teme perder la vida como ocurrió con otros de los villanos favoritos de
occidente y su respuesta me conmueve: El capitán no piensa en la muerte, ni tampoco en la vida. En lo que
piensa es en salvar el navío. Si naufraga, todo el mundo muere.
De la extensa antología sobre los
hechos de Ayotzinapa, presentados por la revista Nexos, tomo el dato de que
ante la inminente ejecución de normalistas de nuevo ingreso, a los que les
preguntaban sobre las razones de su presencia en Iguala, uno de los estudiantes
le gritó a Bernardo Flores, estudiante de segundo año que lideraba el
contingente ¡Ya, diles a que venimos! http://www.nexos.com.mx/?p=23809
La información la recupera Nexos
de declaraciones ministeriales que no difundió la Procuraduría General de la
República. A diferencia de colegas como John Ackerman o Epigmenio Ibarra, no
creo que Nexos le esté haciendo el trabajo a nadie, más que al periodismo. Hace
más de 20 años sé que en todas las escuelas públicas de Educación Superior la
Secretaría de Gobernación tiene agentes encubiertos como estudiantes y que
poseen mucha más información sobre lo que ocurría al interior de Ayotzinapa que
la que se nos quiere dar a conocer.
Mayo de 1986
Informex fue la primera agencia
de Noticias en México. La fundó Álvaro Gálvez y Fuentes, director de la
película Mexicanos al Grito de Guerra
e Inventor de la Telesecundaria. Aunque sin estudios profesionales, por su amplia
cultura le apodaban El Bachiller. Produjo El Diario Relámpago del Aire para
Televicentro, lo que se convirtió en el primer noticiero con imágenes (filmadas
en cine de 16 milímetros) de la televisión mexicana.
Informex pasó por varios dueños,
la familia Cárdenas (que posteriormente fundó El Financiero y otra de juristas
de apellido Trueba Urbina.
Para la década de los ochenta se
había convertido en paraestatal y dependía directamente de la Secretaría de
Gobernación; pero quienes trabajábamos ahí no lo sabíamos. El único indicio que
teníamos era que nuestros miserables salarios como reporteros, equivalentes a
dos salarios mínimos empezaron a ser pagados con puntualidad y empezaba a haber
viáticos para que los reportetros cubrireran elecciones.
Otro indicio lo tuvimos en mayo
de 1986. Era el tercer aniversario del asesinato de Manuel Buendía y decidimos
que el Télex se mantuviera un minuto de silencio a la hora del crimen. Así lo
anunciamos para prevenir a los suscriptores. Al enterarse, el director
Alejandro Gil Recassens saltó de su cama (ahí mismo vivía en las oficinas de
Julio Verne 39, colonia Polanco) para ordenar que se reanudara la transmisión
de inmediato.
El Sindicato de Informex se había
aliado con los de La Jornada, UnomasUno, la delegación sindical de Radio
Educación y la Unión de Periodistas Democráticos para formar una coordinadora de trabajadores
de los medios de comunicación. Los periodistas de Notimex habían buscado organizarse a través
del entonces poderoso Sindicato Nacional
de Redactores de la Prensa, pero al Estado no le gustó, así que les pidieron
que se constituyeran como independientes, nació así SUTNOTIMEX, que se unió a
la coordinadora.
Entonces no lo sabíamos pero el
primer suscriptor de Informex era la Dirección Federal de Seguridad, nuestros
reportes electorales eran utilizados para elaborar los fraudes y así pude
constatarlo en la elección por la presidencia municipal de Mazatlán entre
Humberto Rice, del PAN y José Ángel Pescador, abanderado del PRI, pero los
detalles serían parte de otra entrega de este Diario.
El punto aquí es que los integrantes
del Sindicato de Informex empezaron a ser despedidos de inmediato, no con un “pase
a la caja por su liquidación” sino acompañados con policía hasta la puerta.
En El Día apareció una
publicación atribuida al sindicato que era falsa. Para reclamarme y
amenazarme en mi carácter de secretario
general del Sindicato de Informex fui
citado por el subsecretario de gobernación, Fernando Pérez Correa.
No entendía lo que pasaba. Cuando
estaba vacía la casa de una compañera fue baleada pero no aparecieron los
casquillos. En otra ocasión vi que un agente interrogaba a un vecino en las
escaleras de mi casa. Me señaló. Me apresuré a entrar al departamento. Luego
pensé que si me iban a disparar era mejor que lo hicieran en la calle y no
hirieran a mis hijos, salí a enfrentarlos, ya no había nadie.
Entonces me citó uno de los
asistentes de Gil Recassens, al que
también había corrido, y me contó la historia. Ambos habían estudiado en una
preparatoria popular. Un día descubrieron que era agente de la Secretaría de
Gobernación e iban a lincharlo, mi confidente que estaba para cuidarlo en la
Prepa Popular se dio cuenta y lo puso en alerta. AGR creía que era el único infiltrado,
no tenía idea de que había otro agente, becado también por la secretaría de
gobernación para cuidarlo.
Vuelvo al 2015 y me pregunto
quiénes eran los comisionados de la Secretaría de Gobernación en Ayotzinapa y cuál es la información que
reportaron.
Ya estamos en el Siglo XXI. Como
lo demostraron Julián Assange y Snowden; como lo documentan los apoyos que
recibió el terrorismo de las potencias, con tal de debilitar a Bashar Al Assad,
ya no existe ninguna organización de gobierno cuyos secretos puedan ser
reservados para uso estratégico. Sí no en Estados Unidos, mucho menos en
México. ¿Nos informan ahora toda la verdad sobre Ayotzinapa o esperamos la muy
próxima filtración mientras el #Yamecanse19 toma fuerza?
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