De cuando Granados Chapa exhibió a los profesionales de la mentira en Televisa y TV Azteca

Palabras del Dip. Javier Corral en el homenaje organizado por la AMEDI a Miguel Ángel Granados Chapa

Club de Periodistas, México, Distrito Federal, 20 de octubre de 2011


Buenas tardes a todas y a todos:

Tuvo Miguel Ángel Granados Chapa diversas cualidades pero fue suya íntegramente la de saber escribir, la que jamás podría realizarse sin saber pensar y pensar bien para el bien común. Tuvo varias vocaciones, entre ellas la academia, la abogacía, la política y el activismo social. Pero su única fe: el periodismo, el que ejerció como maestro y desde esa maestría demostró que el periodismo debe tener causas sin tener que ser militante, apartarse del equilibrio u olvidarse del punto de vista diferente.

Porque este homenaje es organizado por AMEDI debo señalar que una de sus causas, en sus varias vocaciones, fue el derecho a la información en el que abarcó la defensa de la libertad de expresión, la democratización de los medios de comunicación y la responsabilidad social de los periodistas.
Porque Miguel Ángel Granados Chapa supo siempre que tan enemiga de la libertad de expresión es la censura como la calumnia, defendió que las libertades que no se garantizan en las leyes se vuelven frágiles y fáciles de perder.

Por ello se apostó siempre en su trabajo periodístico en favor de una legislación de medios que garantizara la pluralidad y la diversidad de voces. De ahí que cuando le propuse que me acompañara en la segunda etapa de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información y que aceptara presidir el consejo consultivo de esta organización, su respuesta fue inmediata, resuelta y generosa, y dígame qué tengo que hacer Javier, hay que presidir el consejo consultivo, y quiénes son, hay que formarlo.

Inmediatamente nos dimos a la tarea de invitar en aquel entonces a 36 personalidades de la vida política, académica e intelectual de México. En 2006, en el momento más complicado de la confrontación política. De todos los que invitamos ninguno nos dijo que no e integramos el consejo consultivo de esta asociación y el presidió todas y cada una de sus reuniones.

Al lado de más de 80 organizaciones ciudadanas convocadas por la AMEDI encabezó en este mismo lugar, en el Club de Periodistas de México, la creación del Frente Nacional por una Nueva Ley de Medios que en el mejor homenaje a su memoria debiéramos retomar.
Su posición crítica e informada sobre el funcionamiento y la estructura de los medios electrónicos de comunicación, incluido el conocimiento a detalle sobre sofisticados aspectos técnicos y el desarrollo tecnológico de los grandes consorcios comunicacionales le granjeó un desprecio y un desdén por parte del duopolio de la televisión que llegó hasta la insolencia y al insulto hacia Miguel Ángel Granados Chapa.

El 23 de enero de 2011, Miguel Ángel Granados Chapa en su plaza pública dio a conocer la fusión entre Televisa y Iusacell, empresa de Televisión Azteca, por cierto, una operación que está próxima a resolverse y que de permitir la autoridad, constituiría la más grave lesión a la competencia económica en el sector de las telecomunicaciones y al sistema democrático por lo que se refiere a la fusión definitiva de las dos televisoras en una sola.

Ese domingo Granados Chapa advirtió las consecuencias de esa operación, pero sobre todo develaba la simulación que entorno de la licitación 21 tenía Televisión Azteca y la absoluta deslealtad con la que Televisa se comportaba con su socio Nextel, toda vez que desde diciembre del año anterior había incubado la idea de dejarla en el camino y comprar mejor Iusacell.

Escribió Granados Chapa: si no puedes vencer a tu enemigo, recomienda un refrán, únetele, y si puedes mejor, cómpralo. Esta fórmula se aplicó esta semana, escribió Miguel Ángel, cuando Televisa adquirió la totalidad de las acciones de Iusacell, la empresa que en busca de su propio provecho presentó más de 40 acciones legales contra la licitación 21 confeccionada a favor del consorcio de Ázcarraga.

Esa operación jurídica y política, de la que se da cuenta en esta columna, antes que en ningún otro lugar, permitirá a Televisa, además de desembarazarse de su principal adversario en los tribunales, contar de golpe y porrazo con 53 mhz del espectro radioeléctrico, los que posee Iusacell.

Esa misma tarde, y al día siguiente, las televisoras publicaron cartas aclaratorias. Le profirieron los peores calificativos que se les pueden decir a un periodista. Los gatos de angora de Televisa, de Televisión Azteca, lo desmintieron con tal contundencia que nunca habíamos imaginado hasta donde podía llegar el cinismo convertido en derecho de réplica. Le llamaron profesional de la mentira, de la calumnia, de la difamación.

Miguel Ángel Granados Chapa escribió en su cajón de sastre al día siguiente el 24 de enero de 2011: en sendas cartas que aparecen en esta misma edición, Televisa y Grupo Salinas desmienten la venta de Iusacell al que me referí en la Plaza Pública de ayer. A reserva de ofrecer una respuesta más completa, admito avergonzado que cometí dos errores profesionales. En primer lugar me dejé llevar por el afán de dar a conocer una primicia, una noticia exclusiva en un ámbito de gran importancia pública, línea infrecuente en mi habitual trabajo de investigación y análisis. En segundo lugar, como lo señalan los desmentidos a los que en ese punto, reconozco con plena razón, no inquirí a las partes sobre el hecho, omisión derivada por la firme confianza que me merece la fuente del que abrevé esa información. Al mismo tiempo que acepto la gravedad de este desliz profesional, solicito a los lectores me disculpen.

Pienso que a muchos se nos estrujó el corazón en aquel momento y en aquel día, particularmente me sentí demolido, moralmente porque fui yo la fuente de información de Miguel Ángel Granados Chapa.

Le escribí por correo electrónico esa mañana a Miguel Ángel y le dije: realmente me encuentro atribulado y conmovido por lo que ha pasado, reprochándome la falta de cuidado al platicarle lo de Iusacell, o más bien la contundencia con la que hice mía la información que se me dio.

La vergüenza de la que ahora habla en su cajón de sastre me alcanza por eso quiero pedirle una disculpa y comentarle exactamente lo que me fue informado y como sucedió.

Le di cuenta a Miguel Ángel de todos los detalles, le revelé nombres y fechas, inclusive le transcribí los mensajes de BB donde me aseguraban, me lo juraban que se había llevado a cabo la operación y que había copia de la carta de intención firmada a mediados de diciembre del año anterior y le ratifiqué también la información que había obtenido por un testigo desde las entrañas mismas de la negociación.

Miguel Ángel, le dije, le cuento esto porque estoy muy contrariado y encabritado por la manera en el que le han respondido las televisoras, miserables como siempre, solo me consuela su grandeza, sus tamaños y su nivel que vuelve a demostrar en el cajón de sastre de hoy. Esto me ha motivado a consultarle que debo hacer, creo sinceramente que debo salir a la opinión pública y dar mi propio testimonio.

Miguel se comunicó de inmediato por teléfono conmigo, no lo haga Javier, al final de cuentas ese fue mi responsabilidad no la suya, dejemos correr el tiempo.

Y el tiempo corrió, solo unos cuantos meses duró la mentira porque como siempre ha de llegar, llegó la verdad. Solo esquivaron el tiempo legal que Televisa tenía en su contrato con Nextel para dar a conocer su nueva negociación con Iusacell que en realidad no era de ese día, sino desde diciembre, como lo había dicho Miguel Ángel Granados Chapa.

Pudo Miguel Ángel, y con esto termino, entregarles a sus lectores la versión completa, ya con documentos en la mano, sin regodeo alguno, escribió en su plaza pública del 10 de abril de 2011 lo siguiente: ante los irritados desmentidos de las televisoras que integran al duopolio pedí disculpas a los lectores, pero no negué el hecho cuya existencia tenía en ese entonces por cierta y que 10 semanas después ha sido confirmado por las partes.

Ese reconocimiento no imbricó que me desdijera de lo dicho, no rectifiqué, pues el acuerdo para que Iusacell pasara al control de Televisa, como ahora ocurrirá, consta en una declaración de intención que se consuma ahora. El 2 de diciembre de 2010 había sido suscrita por funcionarios de ambas partas, se enmarcaba en el comienzo del concurso mercantil solicitado por grupo Iusacell y Grupo Iusacell Celular, procedimiento jurídico que concluyó la semana pasada, justo a tiempo para admitir en público las nupcias por conveniencia de Televisa y Grupo Salinas.

Las televisoras enmudecieron porque fueron brutalmente exhibidas, los gatos de angora ya no maullaron, el insulto, las descalificaciones y el desdén quedaron como el mejor homenaje que la mediocridad rinde al talento.

Fue Miguel Ángel, periodista siempre, enorme su tamaño como referente del ejercicio ético, estriba su grandeza en que nos demostró cómo puede un hombre hacer compatible el talento con la sencillez, el profesionalismo con la generosidad. Por eso no podemos decirle adiós, a Miguel Ángel lo único que le podemos decir es hasta siempre y muchas gracias por todo.

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