Solidaridad de la AMEDI en torno a Carmen ARISTEGUI
La decisión que cancela ese espacio radiofónico es desafortunada para todos. Pierde la empresa MVS, cuya independencia editorial queda en cuestión debido a la supresión de ese espacio crítico. Pierden la periodista y su amplia audiencia. Pierde la Presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por un comentario que hizo el viernes 4 de febrero.MVS ha manifestado que la periodista transgredió el “código ético” de dicha empresa. Sin embargo ese código no es conocido por los
radioescuchas.
De existir, se trata de un código de eficacia endeble porque se ha mantenido en secreto. En todo caso, los instrumentos éticos no sirven para motivar disculpas sino para evitar errores en el manejo de la información. Si la periodista difundió una información errónea, la persona o la institución afectadas podrían haber solicitado una rectificación. Si se trata de una opinión personal, tiene derecho a difundirla aunque fuese equivocada.
La opinión que Carmen Aristegui dio a conocer acerca de la salud del presidente de la República no estaba sustentada en hechos sino en apreciaciones subjetivas –a partir de una fuente de muy cuestionada verosimilitud–. Puede ser una opinión debatible, pero fue manifestada en ejercicio de la libertad
de expresión.
La Presidencia de la República tenía derecho a difundir una aclaración. Pero ni el gobierno, ni la empresa, lo tenían para obligar a la periodista a ofrecer una disculpa. Al preferir la vía de las presiones privadas, en vez de las aclaraciones públicas, el gobierno reedita los peores tiempos de las relaciones autoritarias entre el poder político y los medios de radiodifusión.
Exigimos a la Presidencia de la República que, con hechos y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión así como el derecho de los ciudadanos a la información.
En tanto los costos de esa medida son muy altos para la empresa, la periodista y la sociedad mexicana, quienes se beneficien de ella serán los intereses que suelen ser exhibidos por Carmen Aristegui.
Dicho saldo, nos permite hacer un llamado público a MVS para que reconsidere la cancelación del programa de Carmen Aristegui y a la periodista y a su equipo de trabajo para que estén dispuestos a una solución que, sin demérito de sus convicciones profesionales, propicien la permanencia del espacio
que han ocupado con tanto provecho para sus radioescuchas.
México D.F., lunes 7 de febrero de 2011
Asociación Mexicana de Derecho a la InformaciónPor el Consejo Directivo:
Raúl Trejo Delarbre, presidente
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