De Cicerón a Carmen, pasando por la UNAM



DIARIO DE UN REPORTERO
Ramsés Ancira


Más o menos 50 años antes de Cristo, el cónsul Cicerón escribió De la República, donde aseguró que la virtud siempre tiene recompensa, porque cuando no la tiene, la virtud en sí misma es una recompensa. Marco Antonio le cortó la cabeza. Carmen Aristegui, conductora del programa con mayor patrocinio de la iniciativa privada, consideró que la verdad, además de ser un excelente negocio, podía ayudar a mejorar a México. Metafóricamente, Joaquín Vargas, también le cortó la cabeza.

14 de marzo de 2015

En viaje de prácticas por Mitla los alumnos de la licenciatura en historia conocimos un texto en el que los españoles se muestran sorprendidos por el hecho de que en sus residencias para ricos y pobres los zapotecas no usaran ninguna clase de cemento: ¿entonces como le hacían para construir sus palacios? Simplemente los ensamblaban.

El canal History Channel empezó con muy buenas perspectivas, pero desafortunadamente no hubo suficiente gente seria interesada en la historia así que acabó por convertirse en un canal de subastas. Por cada programa sustentado que producen tienen que inventar cinco muy comerciales: ¿Cómo explican entonces que culturas tan antiguas hayan logrado majestuosas edificaciones con la tecnología de lego para ensamblar piezas: pero que a diferencia de las piezas de plástico de la popular juguetera pesan toneladas? Fácil con alienígenas ancestrales.

Y National Geographic no está mucho mejor, toma como ciertas las versiones de los españoles que aseguraban que en un solo día se sacrificaban tantos prisioneros que sería necesario que un equipo de sacerdotes metiera la mano por el espacio intercostal de los prisioneros, cortara arterias y otras conexiones y lo levantara al cielo cada 30 segundos, sin descansar para comer o tomar agua ni un solo segundo durante 24 horas.

A diferencia de los españoles, los pueblos prehispánicos no les cortaban manos y piernas a sus prisioneros para aterrorizar a los sobrevivientes. Los mataban, sí, pero no los enviaban mutilados a sus enemigos.

La Real Academia de la Lengua Española acepta el término taparrabos, pero el arqueólogo del templo mayor Eladio Terreros nos suplica eludir ese término para referirnos a los calzones porque ¿alguien conoce a un indígena con rabo? No contribuyamos así al eurocentrismo que dio origen al Fondo Monetario Internacional que destruyó la cultura helénica y que mantiene endeudados hasta la ignominia a la mayoría de las naciones de América.

También reflexionamos en que frecuentemente decimos que los mayas, los zapotecas y otras culturas abandonaron sus ciudades. Realmente no es así, ahí se quedaron los pueblos produciendo esculturas para legarlas  a la posteridad, sus estelas y sus códices.

Es mejor la interpretación que se dio el 18 de marzo de 2015, en la portada del diario El País, sobre la caída de Teotihuacán, la lucha de clases acabó con el imperio.

En Monte Albán, la primera ciudad de América existen varias piedras labradas que muestran a personajes con los brazos dislocados, en la época de don Alfonso Caso se les nombró los danzantes. Sin embargo hay otra característica, las figuras no tienen genitales.

¿Y por qué? La interpretación que hoy está tomando más fuerza es que estos príncipes ya no tendrían descendencia, así que se acababa la dinastía.

Si la historia se repite, y cada vez más mexicanos trabajamos para ello, también el PRI y sus retoños verdes deberán terminar pronto su dinastía por las mismas razones que los príncipes mixtecos y zapotecas fueron desterrados, por costosos e inútiles.

Uno de los vestigios arqueológicos más interesantes y arruinados de nuestro país es el del Mogote, en el valle de Etla, cerca de la capital oaxaqueña, donde floreció una cultura 500 años antes de Cristo. Ese sitio, cual paraíso terrenal, era abundante en frijol. La comida pues, no faltaba. Sin embargo un día sus gobernantes se mudaron, probablemente para construir Montalbán, o quizá simplemente los pobladores los echaron por eso, por zánganos. Cobraban muchos tributos y no les  daban nada a cambio.
Cualquiera que haya sido la intención del artista que realizó esta escultura que podemos ver en el museo comunitario de San José El Mogote, seguramente no lo quizo representar como un buen tipo

Tal vez sea casualidad, pero una de las piezas más simbólicas del Mogote es un rostro humanoide con colmillos de vampiro. ¿Será que los caciques les chupaban la sangre?. Lo cierto es que ya en la época contemporánea el sitio que hoy se llama Mogote, antes se llamaba precisamente El Cacique.

18 de marzo de 2015


El equipo de futbol de los pumas, de la Universidad Nacional Autónoma de México está concesionado a Banamex y varias empresas. ¿Por qué entonces no darle a Radio UNAM la posibilidad de financiarse con un noticiero que todos quieren comprar como el de Carmen Aristegui?

La iniciativa ya circula en redes sociales con algunas variantes, como la de que el noticiero se reproduzca en Radio Ibero, Radio UAM y el Canal del Congreso.

En el caso de la UNAM ese dinero podría contribuir a financiar muchas prácticas profesionales de biólogos, historiadores, geólogos y otros especialistas que podrían contribuir a elevar la productividad de muchas comunidades, hacerlas conocidas y por lo tanto visitadas. Hay por lo menos 100 mil vestigios arqueológicos en México y sólo sabemos medianamente de unos 200.

Si al equipo de Carmen Aristegui le cortaron la cabeza, como a la hidra le crecerían  100 nuevas.
Podrá argumentar Joaquín Vargas, como Cicerón que se corre el riesgo de una tiranía del pueblo y no le faltaría razón, pero después de por lo menos 33 años de culturas neoliberales desde Miguel de la Madrid, un poco más de democracia tal vez no nos vendría bien, Un poco más y a lo mejor nos comprendemos luego, como también dijo el ilustre compositor oaxaqueño Álvaro Carrillo





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